Mucha polémica ha levantado Espartaco, los rojos y el matrimonio. Algún bloguero interpretó mal el artículo, creyendo que nos metíamos con la izquierda. Todo lo contrario. Con errores, algunos rojos nos han dado valiosas lecciones, como un viejo sindicalista llamado Marcelino Camacho, su historia de amor con Josefina es de las que hacen pensar.
Era rojo, pero no se puede decir que no fuera coherente. Marcelino Camacho, líder de Comisiones Obreras, fallecido en 2010 con 92 años, se hizo comunista a los 15 años y cumplió hasta la muerte. Setenta y cinco años de compromiso, que le acarrearon prisión militar, trabajos forzados, exilio, la fuga por Argelia y después, ya sindicalista cuarentón, más rejas y más frío. Pero nunca cambió de ideas, de mujer, de chaqueta…
Y no cambió porque se conformaba con el jersey de punto –lana gruesa- que le hacía Josefina, su mujer, siempre a la espera, mientras él vagaba, de cárcel en cárcel, o por los mares de la clandestinidad como un Ulises del metal.
Esto es lo que los autores de Pijama escribimos sobre Marcelino y Josefina, “El jersey de punto de Penélope” en el semanario Alba. Sobre el mérito y la coherencia de un matrimonio que supo mantenerse fiel, pese a las rejas y los años.