El matrimonio desafía a las matemáticas. Uno más uno no es igual a dos, sino a uno. Cuando pasa a tu lado un matrimonio, ver dos personas en lugar de una es un efecto óptico; y no porque te hayas pasado de gin tonics, sino porque un matrimonio es una unidad: el hombre y la mujer están diseñados para integrarse en una sola carne.
Lo cuenta este vídeo de 15 minutos, rodado en diversos puntos del globo (Europa, América, África) con diferentes parejas, de diferentes razas (negros, blancos, indios) y de diferentes religiones. Lo que demuestra que el matrimonio no es algo artificial, una construcción cultural o una imposición de tal o cual iglesia… sino algo natural que nace de la entraña misma de la humanidad. Por eso el vídeo se titula Humanum.
El vídeo explica que la unión de dos, formando una sola carne, es el origen y el destino de la humanidad. La prueba es que siempre ha habido matrimonios, en todos los momentos de la Historia, y en todas las latitudes geográficas, en todas las civilizaciones y en todos los pueblos…
Todo pasa: los imperios, las culturas, las modas, las leyes… pero el matrimonio permanece. ¿Por qué será? Porque uno más uno es igual a uno –como dice en el vídeo una pareja de recién casados africanos-, porque la unión del hombre y de la mujer es algo natural, que nace de la entraña misma de la humanidad, porque es lo que transmite vida, y origina a la familia, y hace posible que el mundo siga andando…
El matrimonio es la gasolina.